viernes, 1 de mayo de 2009

UN SUEÑO ARDIENTE


ESTA ES UNA HISTORIA ESCRITA POR UNA AMIGA
Premeditadamente has evitado encender la lampara del baño porque pretendes crear un ambiente discreto, relajado, intimo y la claridad del pasillo resulta suficiente. Dentro, la luz de la entrada dibuja tu rostro, tu pelo , tu barba candadito, tu silueta sobre el espejo con trazos apagados y sencillos pero que acentua el perfil de tus hombros, de tu pecho. Estas desnudo, descalzo y desnudo. Arrumbaste la ropa en un rincon, como quien se desprende de algo sobre lo que ha perdido todo el interes. Has hundido tus pulgares bajo el elastico del boxer para desprenderte tambien de el, pero te detienes un instante frente al espejo que procura una imagen de tu torso. Tus pectorales se han contraido al inclinarte y tu falo asoma abultadamente. La microfibra se ha ceñido al contorno de tus genitales, todo un panorama exquisito, una perspectiva de ti que añoro. La excitacion te empuja a exprimirte el sexo por encima del boxer. En mi sueño me estremezco con la vision . Permaneces asi durante algunos segundos, con los ojos cerrados y cuando los abres ves que tu verga se dibuja turgente y grumosa. Apresuradamente te desprendes del calzoncillo y tu inflamado tronco se sacude libertinamente.El rugoso pliegue de tu capullo oculta parcialmente el glande como si lo reservase para una mejor ocasion. Fuiste por una copa de vino que dejaste olvidada en mi cocina, al regresar al baño, tus testiculos turgentes reclaman atencion y tu verga conserva parte de su rigidez inicial. Sientes tus vellos erizarce como puas y tus pezones se han endurecido. Los humedeces con vino y te los pellizcas intensamente. levantas la mirada de nuevo, otra vez frente al espejo. Al contemplarte, tu rabo ha aumentado de tamaño y ha perdido del todo la flexibilidad y la blandura de antes. Ahora se halla rigido, terriblemente rigido y el glande, comienza a humedecerseme por momentos. Depositas la copa junto al lavamanos, descorres con precipitacion la cortina de la ducha y te introduces. Sientes un enorme deseo de masturbarte pero renuncias a ello momentaneamente porque reconoces en el placer de la autosatisfaccion, la virtud de la paciencia. Cuando por fin abres la llave, el chorro de agua consigue robarte el primer resuello.Por entonces, estas tan erecto, tanto, que no puedes impedir llevarte la mano a la verga para aliviar la excitacion y contradiciendote, te la estrujas tan fuerte que el glande, enrojecido, destila precipitadamente liquido preseminal. Sin dejar de apretar el grueso del tronco, extiendes el semen asomado en la punta con el pulgar. El roce te produce tanto placer que destapas con precipitacion el pote de aceite que tengo al lado del lavamanos y lo extiendes por todo tu cuerpo a sabiendas de que el contacto con el jabon, muy semejante al semen en textura y densidad, te cegara de calentura. Mientras te frotas el vientre tu pene sigue inhiesto.El agua ha mojado tu pecho y la maraña de capilares en torno a tu verga, se amontonan ahora mustios sobre la pelvis.Ves en la bañera espuma de afeitar y una razuradora, y al advertirlo, has tenido la tentacionn de afeitarte el pubis y tu verga rezuma semen a mansalva. Animado derramas espuma y comienzas a afeitarte sin compasion. Al contacto, la cuchilla rasga sonoramente y el sonido te enardece. Masturbandote de cara a la pared, te invade de tal modo la pasion que unicamente te sostienes apoyado por el hombro. Mientras, tu mano izquierda, tiernamente enjabonada, frota tu cuerpo hambriento de mis caricias. Recalas en cada contorno de tu anatomia y a ciegas consientes unicamente que sea el delirio quien te conduzca de un lado a otro. Asi, ebrio de excitacion, te descubres hurgandote entre las nalgas y sin comprender como lleguaste hasta alli. Sin embargo no te disgusta y prosigues anclado en lo mas profundo de tu ser. La hendidura de tu culo, con diferencia, resulta mas calida que el resto de tu cuerpo y el dedo anular se detiene por un instante en tu orificio: lo roza, lo presiona, lo tienta. El agua de la ducha discurre precipitadamente por tu brazo y cuando empujas timidamente contra el hoyito de tu capricho, temes hacerte daño pero este, inesperadamente, se dilata y el morbo de sentirte penetrado te arranca un gemido de cara a la pared. El delirio te incita a continuar pero las obsesiones te detienen a un paso de esa locura.Durante algunos segundos mas, jadeas abatido con la cara aplastada contra el azulejo. Tu aliento sombrea la baldosa dibujando un delgado halo mientras la lluvia calida de la ducha te sacude en la espalda. No lo piensas mas y echas aceite de baño sobre tus dedos y empapados , llevas de nuevo la mano profanadora a tu esfinter y esta vez, sin contemplaciones, lo quebrantas de una sola envestida. Tu verga reclama acaloradamente y de nuevo rocias aceite sobre esta. Lo viertes desde todo lo alto y con cierta urgencia porque cuando por fin lo sujetas, sientes que se te escurre de la mano. El capullo se desliza con rapidez y los pliegues de tu piel se baten deprisa. Tu verga ha adquirido una fisonomia mucho mas abultada, tanto, que apenas eres capaz de atajarla del todo. La estrujas con rabia y desesperacion porque el virgo de tu culo te pierde. Cuando inesperadamente sientes que alguien descorre las cortinas de la ducha. El aire frio del pasillo invade tu refugio y te sorprende helado. Entonces descubres mi faz al otro lado. Te he sorprendido franqueando tus nalgas pero mis ojos no indican reprobacion, todo lo contrario, adviertes un punto de lascivia en mi mirada que te complace. Abandono lo que traigo, tomo entre mis manos el envase del aceite , te miro un instante, quizas esperando tu aprobacion y despues, con calma, lo vierto generosamente sobre mi mano derecha. Intuyes mi intencion y me dejas hacer. Te volteo de espaldas, beso tus nalgas mordisqueandolas al unisono, las abro y a lametones y besos me pierdo en tu raja. posteriormente te volteo y mientras empiezo a mimar tu verga, uno de mis dedos en tu culo, cierras los ojos y asi, ciego de placer, sientes como te penetro suavemente. Tome la copa de vino y la derrame sobre tu verga y aun sin abandonar tu culito, la engulli con frenesi. mis sentidos se dispararon y corrieron a tropel como si fueran tras una caceria de ciervos en estampida. Mi lengua avida por ti se abrio paso entre los labios y con su alocado recorrido omitiendo las ordenes de mi cerebro, autonoma se deslizaba desenfrenada hasta tu latente tronco. lami sin tregua ni hastio permitiendo que mis dientes delicadamente rozaran el trozo mas sensible de tu carne, prosiguiendo con unas incontrolables mamadas, succionandola perdida en el deseo. Los espasmos de tu corrida te sobrevinieron y aunque me inundaste la boca con chorros de leche que llegaban hasta los confines de mi garganta, tu riel seguia estoicamente erguido.... Jadeamos mientras el deseo nos consumia. Te incorporaste y arrodillandote me abriste la blusa, los botones volaban mientras estrujabas tu cara en mis tetas, metiste tus dedos en mi rajita y luego los lamiste, yo me estremeci... me subiste la falda, me despojaste de la braguita alzaste mis piernas coronandolas en tu cuello ocupando con tu ardor todo mi humedo espacio haciendome venir, una, dos, tres veces. Sin poder contenerte mas, me cargaste y sentandote en el borde de la bañera me clavaste en tu riel irreverente, mis tetas transpiradas enloqueciendote provocandote con el roce en tu cara, mis labios alcanzando todo lo que fuera tu piel, aspirando, mordisqueando, lamiendo tus labios, mamando tu lengua hasta sentirte jadear, y mientras nuestras miradas silentes hablaban de pasion, deseo y un sentimiento indescriptible. descargaste nuevamente tu tibia lechada hasta colmarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario